Cuando practicas mindfulness con niños con regularidad es importante que dediques tiempo para conversar con ellos sobre sus ideas y pensamientos sobre el tema. Aunque la práctica de atención plena es muy simple y fácil de comprender, es habitual que surjan dudas, preguntas e incluso la sensación de que no lo estás haciendo bien. (Es muy frecuente también en adultos)
Planifica de vez en cuando una sesión de reflexión donde los niños puedan hablar con libertad sobre cómo están sintiendo estas prácticas y adopta una postura de curiosidad y apertura ante todo lo que ellos te puedan ofrecer.
Quizás te digan que no les apetece practicar, que es difícil o que no saben hacerlo. No te desanimes!! Esas respuestas no son un ataque contra ti. Acepta las emociones que surjan y escucha con una actitud abierta tratando de buscar el verdadero motivo de ese desánimo. Quizás no les apetece porque ese día se sienten cansados pero tú puedes hablarles de la importancia de esforzarnos para conseguir éxitos en nuestras vidas. Quizás creen que es difícil y dudan de los resultados pero tú puedes hablarles de tus experiencias y contarles como te ayudó atender a tu respiración el día que sentiste un gran enfado. Explícales cómo fuiste capaz de no identificarte con tus pensamientos y emociones. El secreto en este coloquio es la amabilidad con la que aceptes estas resistencias.
Una de las confusiones habituales en los niños es creer que lo están haciendo mal. Esto es normal, están habituados a realizar aprendizajes para conseguir algo. A tener una recompensa por cada pequeño esfuerzo. Cuando experimentan estas prácticas, buscan de forma inconsciente la forma perfecta de hacerlo y en realidad, no existe!!
Practicar la atención plena no significa tener que mantener todo el tiempo tu atención en algo. Es normal que la mente divague y se pierda la atención. Lo importante es darse cuenta!! Cada vez que eres consciente que tu mente se ha distraído; estás practicando mindfulness!!
Es necesario explicarles esto a los niños porque muchos piensan que lo están haciendo mal al no ser capaces de mantener todo el tiempo la atención. Explícales que no es así!! Cada vez que sean capaces de identificar su mente distraía durante una práctica, están cambiando su mente.
Práctica de mindfulness: Cazar pensamientos
Cazar pensamientos es una práctica interesante para que los niños se den cuenta de que la naturaleza de su mente es pensar y que por ello, no debemos enfadarnos; sino aceptarlo con amabilidad. Durante esta practica puedes seguir estas instrucciones:
- Colocarse en la postura de cuerpo atento (Sentados, tumbados, de pie) Esta postura es una mezcla de relajación y tensión. El cuerpo se encuentra en una postura cómoda pero está alerta, dispuesto a llevar la atención al lugar que elijamos.
- Indicar el tiempo que durará la práctica (Infantil 30 segundos-1 min / Primaria 1min-5min)
- Llevar la atención a un foco: sonidos del exterior, sensaciones de la respiración, sensaciones del cuerpo, las emociones...
- Cazar pensamientos: Levantar la mano suavemente cuando se den cuenta de que están pensando. Recuérdales que los pensamientos son como nubes en el cielo o palos en un río. Cuando sean conscientes de que están pensando, soltar y dejar ir...
Finaliza la práctica con el sonido de la campana e invita a abrir los ojos y mover el cuerpo con suavidad.