viernes, 22 de diciembre de 2017

3 consejos para comenzar a practicar Yoga con los niños


Hoy en día podemos encontrar multitud de referencias sobre la crianza respetuosa. Por suerte, sabemos que es necesario educar de forma distinta a los últimos veinte años y es fácil encontrar libros, webs con información, vídeos para aprender teorías o métodos que nos lleven a cambiar la forma de relacionarnos con los niñ@s.

Todas estas teorías prometen una mejora en el desarrollo emocional del niñ@. Aseguran que educar a través del Yoga, con psicología positiva o el método Montessori, entre otros, va a favorecer un mayor control de emociones, un niñ@ que es capaz de auto regularse, de estar en calma, de resolver conflictos positivamente o de adquirir una mayor confianza en sí mismo. Saber esto resulta tan convincente que en ocasiones ¡nos olvidamos de lo realmente importante!  

¿Cuáles son bases sólidas para consolidar estos aprendizajes?

Consejo 1: El Yoga no se enseña, se comparte.

Es importante no perseguir objetivos ni metas que alcanzar cuando practicamos yoga con los niñ@s. No debemos esperar conseguir los resultados que tanto hemos leído en los libros o que esperamos que sucedan como consecuencia de “tal” ejercicio. Si hacemos esto nos estaremos alejando de las verdaderas enseñanzas del Yoga. Debemos abrirnos a la experiencia que estemos llevando a cabo aprendiendo a observar lo que sucede para así poder acompañar al niñ@ en ese momento presente.

Yoga=Compartir=Acompañar=Proponer=Guiar


Consejo 2: Cada niñ@ experimenta el Yoga de forma diferente.

Algunos niñ@s conectan rápidamente con las prácticas y los juegos que se proponen. Son niñ@s que encuentran una puerta para algo que llevaban tiempo buscando. Su naturaleza es explorar su mundo interior y aprender a desarrollar hábitos sociales como la empatía, la compasión, la solidaridad, la escucha… Ellos se sienten como en casa. Probablemente, tienen facilidad para desarrollar lo que el Dr. Howard Gardner denominó Inteligencia Espiritual o Existencial entendida como una Inteligencia que identifica la reflexión sobre cuestiones fundamentales de la existencia y el reconocimiento de la Espiritualidad como un estado de bienestar”. Desde que en 1983 el Dr. Gardner inició una primera revolución al proponer una visión múltiple de la inteligencia en su libro “Inteligencias múltiples” en el que proponía la existencia de diferentes inteligencias presentes en las personas pero con un diferente nivel de desarrollo; debemos aceptar que no todos los niñ@s respondan de la misma manera. Imagínate a Gandhi, Mozart o Newton en una misma aula. ¡¡Todos son inteligentes pero seguro que no responderían igual ante los mismos estímulos!!

En cambio, cuando un niñ@ se resiste ante una práctica de Yoga y no siente interés o intenta impedir que se lleve a cabo, debemos tener la apertura para no juzgar y no frustrarnos. Si nuestras ideas previas, nuestra intención o nuestro foco estaban en los resultados; probablemente no podamos evitar sentir malestar, una sensación de que “no funciona” o que el esfuerzo hecho no merece la pena. Pero si en vez de esto, sabemos que nuestra intención debe estar en acompañar y guiar al niñ@, en ofrecer o proponer en vez de enseñar; conseguiremos responder de una forma más comprensiva, más empática. Y en ocasiones, en esa respuesta, ¡¡habrá mucho aprendizaje!!



Consejo 3: Tú eres el mejor ejemplo.

Hoy en día ya sabemos que educamos más por lo que hacemos que por lo que decimos. En verdad, los niñ@s no siempre ponen atención a nuestros consejos o enseñanzas pero es fácil encontrarlos imitando nuestros comportamientos y reaccionando de la misma forma. Si pones tu foco y tú intención en la coherencia de tus actos, en tu propia práctica; será mucho más fácil que los niñ@s comprendan y empiecen a practicar Yoga.

Si quieres que tus hij@s comiencen a practicar Yoga, inicia tu práctica regular e invítales a acompañarte. Algunos días quizás estén a tu lado y realicen algunos ejercicios contigo pero quizás pronto pierdan la atención y empiecen a jugar con otra cosa. Esto está bien, es natural. Otros días, puede que tengan más interés y te apetezca enseñarles algo nuevo: una técnica de respiración, una canción, una práctica de silencio… Habrá días que no muestren ninguna curiosidad y ni si quiera estén cerca cuando tú dediques tu tiempo a la práctica… Será el momento para que profundices en ella y disfrutes de ese momento para ti.

Si eres maestr@ y practicas con un grupo de niñ@s en tu escuela o en algún centro, necesitarás alternativas para esos momentos de desconexión y desinterés. Es muy recomendable dedicar las primeras sesiones a hablar de ello. Exponles las opciones que tienen. Háblales de que es normal que algunos días no tengan ganas. Ofréceles tus experiencias personales o anécdotas, ¡¡las valorarán!! Y abre puertas para que hablen sobre qué creen que pueden descubrir con el Yoga.

Será muy importante que prepares tus clases con cariño y dedicación. Desarrolla tu creatividad y sorpréndeles!! Aunque no tengas expectativas es importante que planifiques y prepares tus clases con mucho detalle. El Yoga debe ofrecerles algo diferente, ¡¡algo especial!! Si a pesar de ello, algún día un niñ@ no quiere practicar, ¡¡respétalo!! Quizás puedes disponer de un rincón-caja con alternativas para esos momentos: mandalas, cojines, linternas, cuentos, mascotas, legos… 


Cuando un niñ@ es capaz de reconocer su desinterés por algo, lo comunica, lo expresa y siente que le comprenden y le ofrecen otra opción; ese niñ@ ha descubierto una nueva forma de respetarse y de respetar. ¡¡Quizás ese día es uno de los que más ha aprendido!!

viernes, 15 de diciembre de 2017

LA ATENCIÓN

La atención es uno de los factores clave que influyen en los procesos de aprendizaje. Según Escuela Con Cerebro, la crisis educativa que pasamos es en gran medida debida a la falta de atención del alumnado. Sabemos que para desarrollar una tarea con concentración es necesario ser capaz de mantener la atención durante un periodo de tiempo. Las maestr@s pedimos constantemente a las niñ@s que "presten atención" pero no les enseñamos a hacerlo y todavía menos, elaboramos estrategias o dinámicas para mejorar esta habilidad de nuestro cerebro.



Practicar Mindfulness o atención plena con regularidad ayuda a desarrollar dos tipos de atención; la atención focalizada y la atención abierta. La atención focalizada nos ayuda a concentrarnos, gestionar distracciones y  persistir en nuestros objetivos. Esta atención se entrena a través de un foco de atención (objeto) que en meditación suele llamarse "ancla". 

La atención es una habilidad mental regulada por redes neuronales conocidas como "la función ejecutiva" de nuestro cerebro responsables de la memoria, la autorregulación, la observación y los desplazamientos de atención. Entrenar estas funciones del cerebro van a ayudar a las niñ@s a responder con mayor precisión a cualquier reto.


Juego "Simón Dice"

Juegos como Simón Dice son estrategias muy útiles para incorporar la atención a nuestra propuesta educativa. Este sencillo juego puede convertirse en un reto especialmente cuando se juega con grupos grandes. Pueden participar niñ@s de todas las edades e ir variando la dificultad con variantes que puedes ir añadiendo. 



Paso a paso: 

  • Formar todos juntos un círculo de pie (preferiblemente) o sentados en las sillas del aula y elegir a un representante que será Simón y dará las instruciones (las primeras veces el adulto será Simón)
  • Simón da órdenes, las cuales pueden presentarse de dos maneras diferentes: empezar una orden con la frase “Simón dice…” o simplemente dar la orden. El objetivo de Simón es eliminar tantos participantes como sea posible hasta que quede uno solo, el cual será el ganador. Dependiendo de la manera en la que se da la orden, el grupo de oyentes la obedecerá o la ignorará. Simón los eliminará si estos obedecen las órdenes de manera equivocada o si las ignoran.
  •  Los participantes deben prestar especial atención a lo que Simón les ordena hacer. Si Simón da una orden que comienza con “Simón dice…”, los oyentes deben obedecer la orden de Simón. Si Simón da una orden que no comienza con “Simón dice…”, los oyentes no deben obedecer la orden. Si un oyente obedece de manera incorrecta la orden de Simón o si la ignora, queda eliminado por el resto de la ronda de juego.
  • Debes hacer que tus órdenes sean difíciles de seguir. Por ejemplo, cambia la manera con la que comienzas tu orden, precede algunas con la frase “Simón dice…” y otras no. Da tus órdenes de manera rápida para obligar a las niñ@s a tomar decisiones rápidas sobre si deben obedecer tu orden o no.

  • Continúa jugando hasta que solo quede un participante. El oyente que quede ganará la ronda y se convertirá en el próximo Simón.

Varientes para añadir dificultad:
Elegir sólo acciones que impliquen movimiento
Hacer sesiones temáticas
Tener varias vidas extra para poder perder 3 o 5 veces

viernes, 8 de diciembre de 2017

COMO LA PRIMERA VEZ

Me encanta trabajar con niñ@s por que con ell@s me mantengo conectada a la niña que fui y a mi esencia natural de experimentar como si fuera la primera vez. Autoras como Catherine L´Ecuyer o Susan Kaiser, expertas en obsevar al niñ@ desde su interior, nos hablan de la capacidad innata de los niñ@s para expresar la atención plena a través del asombro y la excitación por cualquier momento único. Así podemos verlos con la mirada perdida observando caer la lluvia, una mariposa revoloteando o un avión dejando su estela en el cielo.

Es maravilloso observarl@s y dejarse llevar!! Me encanta darme cuenta de estos momentos; entonces, desconecto el piloto automático y me concedo unos segundos de atención plena con ell@s, imitando su entusiasmo. Son mis maestr@s para volver al momento presente.


“Hoy sé que lo más importante que transmitimos a los niños es nuestra manera de ser. Los niños son muy sensibles. No viven desde el intelecto, sino que lo hacen desde sus sentimientos. Y lo más importante que podemos ofrecerles es nuestra presencia, nuestra tranquilidad, nuestra amabilidad y nuestra paz. Pero para poder transmitirles todas estas cosas necesitamos practicar”

Hermana Chan Dinh Nghiem de la sangha de Thich Naht Hanh.

En mi mindfulness a esta actitud de curiosidad innata la denominan "la mente del principiante". Nuestra mente, acostumbrada a analizar la vida rápidamente para ayudarnos en la tarea de percibir y sacar conclusiones; coloca contínuamente filtros entre la realidad y nuestra propia visión de ella. Los miedos, las ideas preconcebidas, las preocupaciones, los prejuicios... son constructos de nuestra mente adulta que nos hacen perder la naturalidad de cuando éramos niñ@s.

¿Y si experimentáramos la vida con la apertura y curiosidad de la primera vez?
Entrena tu mente de principiante
 

viernes, 1 de diciembre de 2017

EL EXPERIMENTO DEL LIMÓN



Cuando practicamos mindfulness desarrollamos la habilidad de anclar nuestra atención. Según Germer en su libro "The mindful Path to Self-Compassion"  la mayor parte de nuestro sufrimiento psicológico surge a raíz de la dispersión mental, que resulta agotadora. Cuando nos damos cuanta de que la mente está actuando de este modo, debemos proporcionarle un punto de anclaje, un lugar fijo y neutral al que poder dirigirse. 

Usar técnicas para aquietar la mente es una excelente fórmula para regular las emociones fuertes. Una práctica para conseguir esta meta es usar la botella de la calma para ir reduciendo los pensamientos repetitivos mientras observamos como el agua se vuelve más y más clara (como nuestra mente). Otra opción podría ser usar la respiración para calmar el sistema nervioso de forma natural intentando producir conscientemente una exhalación más larga que la inhalación, por ejemplo, inhalar en 2 y exhalar en 4.


Según Susan Kaiser, experta en mindfulness para niñ@s, las prácticas para aquietar la mente no sirven si las niñ@s no comprenden la conexión entre lo que piensan y lo que sienten. El experimento del limón es maravilloso para descubrir esta conexión y darse cuenta del poder sensorial que tiene evocar imágenes y pensamientos.

Experimento del limón: mente-cuerpo

Recomendado para niñ@s a partir de 7 años

Espacio: Sentados en el suelo con las piernas cruzadas formando un círculo o sentados en sillas. (espalda recta y manos sobre las piernas o encima de las mesas)

Paso a paso: 

  1. Hipótesis: Antes de realizar el experimento habla con las niñ@s y plantéales las siguientes preguntas ¿Creeis que los pensamientos pueden afectar a nuestras sensaciones corporales? ¿Creeis que nuestras emociones modifican el estado de nuestro cuerpo? ¿Podríamos vivir un enfado con una sonrisa en la cara? ¿Y al revés? ¿Crees que una emoción genera determinados pensamientos? 
  2. Preparación: antes de comenzar con el experimento es necesaria una preparación. Para ello, colocar un cuerpo atento (relajado, quieto y vigilante) y dedicar unos minutos (1-3 min) a respirar profundo y soltar todas las tensiones. Invítales a llevar la atención a todas las sensaciones de su cuerpo intentando aflojar más y más pero sin dejar de mantener la espalda recta.
  3. El limón: Cuando sientas que las niñ@s han conseguido alcanzar un nivel de concentración y relajación suficiente, pídeles que imaginen, con los ojos cerrados, un limón. Se trata de intentar observar todas las características del limón: color, textura, tamaño... Después de un breve tiempo, pídeles que imaginen que cortan el limón por la mitad y ayúdales para que sean capaces de observar mentalmente las cualidades del limón por dentro: el dibujo simétrico de los gajos, el color, el jugo...
  4. Experimento: ahora pídeles que cojan el limón mentalmente y le den un buen mordisco. Quizás pueden empezar saboreándolo con la lengua pero anímales para que imaginen que lo muerden como si fuera una manzana.
  5. Reflexión: Ahora pídeles que lleven la atención a su cuerpo. ¿Ha cambiado algo mientras imaginaban que mordían el limón? ¿Han notado tensión, grima, la acidez del limón? ¿Han producido saliva en su boca? Deja unos segundos para que tomen contacto de nuevo con las sensaciones corporales de ese momento.
  6. Conclusión: antes de terminar explícales que el cuerpo y la mente están conectados y todo aquello que le sucede a uno tiene su reflejo y consecuencia en la otra. Igual que un pensamiento positivo nos llena de energía vital, un pensamiento negativo nos puede aislar e incluso vaciar del todo. Es muy importante cuidar nuestros pensamientos y nuestro cuerpo. ¿Cual es nuestro alimento emocional? 
  7. Desconexión: invítales a que vayan moviendo suavemente los dedos de las manos y abran los ojos cuando se sientan preparados. 

Práctica inspirada en el libro "Juegos mindfulness" de Susan Kaiser
¿Te animas a hacer este experimento?

viernes, 24 de noviembre de 2017

DIRECTORES DE ORQUESTA

La atención plena a los sonidos del entorno es una de las prácticas más eficaces para realizar con las niñ@s. Cuando les invitas a anclar su atención en los sonidos del entorno sientes como el grupo está más conectado y la práctica se vuelve más placentera y amena. Lo dicen sus caritas de relajación y bienestar pero también lo puedes saber si les preguntas; la mayoría elige esta práctica como una de sus favoritas.


LLevar la atención a los sonidos es una práctica que consiste en usar como foco cualquiera de los sonidos que se produzcan en ese momento presente y tratar de mantener la atención ahí, sin distracciones, volviendo una y otra vez siempre que nos demos cuenta que hemos perdido la concentración. 

Es importante explicarles a las niñ@s que no se trata de juzgar o valorar los sonidos, cualquier sonido puede ser válido para practicar la atención plena!! No es necesario que se de un ambiente tranquilo y con sonidos agradables para mantener nuestra atención simplemente tenemos que querer prácticar y poner nuestra motivación y esfuerzo en ello. Desde este punto de vista, cualquier lugar puede ser perfecto para practicar!! Un autobús lleno de gente, un parque, una playa en verano, una sala de espera, un rincón del patio de la escuela... Cuando practicamos la atención a los sonidos tratamos de no seleccionar los sonidos agradables simplemente los registramos como si de una máquina se tratara.

Hay muchas variantes para hacer esta práctica. Se puede invitar a las niñ@s a buscar un sonido del entorno y tratar de mantener la atención fija en ese sonido o también se puede pedirles que identifiquen el sonido y lo dejen ir, manteniendo un foco más abierto a otros sonidos que puedan aparecer en ese momento presente. Otra opción puede ser llevar la atención a los sonidos del exterior o (si la atención es más estable) captar los sonidos de nuestro interior; respiración, el estómago, latido del corazón, roce con la ropa... 

Práctica: directores de orquesta

Esta práctica tiene el objetivo de desarrollar la concentración y la memoria de las niñ@s a través de una secuencia de sonidos. 

Edad recomendada: 4-12 años

Materiales: Instrumentos variados (cuenco, triángulo, crótalos, campanas, palo de lluvia, armonizador....) también se puede realizar con objetos de la vida cotidiana que produzcan sonidos al ser golpeados (cucharas, vaso plástico, lápiz, manos...)


Paso a paso: 

  1. Cuerpo atento: Antes de comenzar la práctica con los sonidos dedica unos minutos para que las niñ@s relajen el cuerpo y activen su atención y concentración natural. Para ello pídeles que coloquen el cuerpo atento (relajado, quieto, vigilante) y guíales para realizar tres respiraciones profundas que les ayuden a soltar tensiones. Mantén un minuto de silencio para permitir que los cuerpos se asienten.
  2. Atención a los sonidos: después de la preparación, pídeles que lleven su atención a los sonidos que hay en el entorno y vayan activando su super oído.
  3. Presentación de instrumentos: ahora que su atención se ha afinado, preséntales los instrumentos que vas a utilizar para hacer la secuencia de sonidos. Hazlos sonar una vez después de decirles su nombre. Por ejemplo, "Crótalos" y lo haces sonar.
  4. Secuencia de sonidos: Avísales de que el concierto va a comenzar. (Ahora es importante que todo tengan los ojos cerrados) Puedes decirles "Comenzamos, ojos cerrados" y haz sonar los instrumentos siguiendo una secuencia lógica. Por ejemplo (campana, crótalo, campana, triángulo, campana, cuenco, campana) La dificultad de la secuencia varía en función de la edad de las niñ@s y su capacidad de atención. Cuando termine la secuencia házselo saber, puedes decirles "Función terminada"
  5. Compartir secuencia: al terminar la secuencia, sin dejar pasar mucho tiempo, pídeles a las niñ@as que vayan moviendo sus manos poco a poco y abran los ojos. Cuando se sientan preparados (si les apetece) pueden escribir en un papel la secuencia de sonidos que recuerdan. Después entre todos, desvelamos el orden correcto. 

Anternativa: cuando dominen la práctica, una niñ@ puede ser la directora de orquesta inventando la secuencia de sonidos y haciendo tocar los instrumentos. Es importante que sepa que deberá recordar la secuencia una vez terminada para desvelarla al resto de compañer@s.

Disfruta la atención plena!

viernes, 17 de noviembre de 2017

CÓMO PREPARAR UN RINCÓN DE LA CALMA


Después de años compartiendo tiempo con las niñ@s he aprendido que además de necesitar espacio para moverse libremente y tiempos no estructurados para dejar libre la imaginación; también necesitan calma y espacios de silencio.

Las niñ@s son pura energía y movimiento pero también son capaces de quedarse absortos durante tiempo observando el volar de una mariposa, el movimiento de un caracol o la luz de colores que forma un arcoiris. Steiner, creador de las escuelas Waldorf, ya observó los momentos de introspección infantil y señaló que todos, de forma natural, disfrutamos de respiraciones pausadas y de la conexión con nuestro mundo interior.

http://aescoladossentimentos.blogspot.com.es/2016/02/el-rincon-de-las-emociones-la-cueva.html
Los espacios de calma en las aulas de educación infantil son vitales. La naturaleza del niñ@ de estas edades le hace experimentar a menudo momentos de frustración, de irritación, de querer estar sól@ para recuperarse. En estas edades aprenden poco a poco a conocer sus emociones y vivir con ellas. Los espacios íntimos y protegidos son perfectos para ayudarles en este proceso. Además en las aulas de infantil, por su espaciosidad y el ritmo flexible de los tiempos, permite de una forma natural integrar estos espacios en la vida del niñ@. Aquí te conté cómo preparar y cómo usar un espacio de calma para niños de infantil: La cueva.

En primaria el reto es mayor, las aulas son más reducidas. A veces es difícil poder reservar un espacio para esto pero si quieres, puedes!! Utiliza tu imaginación, no es necesario que sea muy grande simplemente que exista y que los niñ@s tengan esta alternativa cuando la necesitan. Cuando introduje este espacio en Primaria no sabía cómo lo recibirían las niñ@s. Tenía dudas sobre su uso en estas edades. Me equivoqué pensando que siendo mayores (8-9 años) les daría vergüenza o no lo necesitarían... Después de un tiempo me he dado cuenta del error. ¡¡Todos, adultos y niñ@s, necesitamos espacios de silencio!!

Presentación del rincón

Una vez delimitado el espacio y seleccionado los materiales que incluiría en él, se lo presenté a las niñ@s en una inauguración especial con escrito oficial incluído. Si queremos que los niñ@s se compromentan con un espacio deben conocer cómo usarlo, cuáles son los acuerdos y consecuencias a los que llegamos y cual es su función. Descubrimos los materiales que podíamos encontrarnos y aprendimos para qué podían servirnos:

  • Una manta para taparnos y que nadie nos mire
  • La bola de la respiración para concentranos en la inspiración y la espiración
  • El solplador para respirar con diferentes intensidades
  • Las piedras de la respiración para clamar enfados contando respiraciones
  • Botella de la calma para observar y clamar los pensamientos
  • Relojes de arena y de agua para observar y medir el tiempo de nuestra atención
  • Muñecos y marionetas para abrazarlos y expresar a través de ellos nuestras emociones
  • Instrumentos (palo de lluvia, crótalos, armonizador) para escuchar y relajarnos
  • Linternas para sentirnos seguros en lugares oscuros
  • Tarjetas de emociones para expresar sentimientos
  • Tarjetas para regular conversaciones (orejas y boca)

Leímos y completamos un escrito oficial en el que acordamos:
  • El nombre de este espacio compartido: "El refugio"
  • Los momentos en los que podíamos usarlo
  • Las normas de convivencia del espacio:
    1. Permanecemos sólo el tiempo que necesitemos estar en calma. 
    2. Respetamos el ambiente de tranquilidad y silencio.
    3. Máximo 3 personas
    4. Recogemos y cuidamos los materiales 
    5. Dejamos nuestras sugerencias en el buzón 

Para inaugurar este espacio hicimos una comida consciente. Encendimos velas, juntamos las mesas y comimos en silencio. Un momento especial para un espacio especial!!

Todos estamos sorprendidos de lo necesario que se ha vuelto este espacio en nuestra aula. Todos o casi todos las niñ@s han acudido a él en algún momento y otras compañer@s del cole se han animado a incluír este espacio en sus aulas al comprobar los beneficios que nos ofrece cuando visitan nuestro espacio.

La reflexión conjunta es importante para cuidar y valorar este nuevo rincón creado en el aula. Es muy recomendable que una vez al mes, reúnas a tus alumn@s en una asamblea y juntos habléis sobre los usos que le estamos dando a este espacio, la necesidad de cuidarlo, los materiales más usados o los motivos que les llevan a necesitarlo.

Ell@s apuntan que necesitan su refugio para: 
  • Calmarse cuando están nerviosos o enfadados
  • Resolver conflictos con compañeros
  • Estar sol@s sin que nadie les mire cuando se sientes tristes
  • Tranquilizarse cuando se sienten frustrados 
  • Escuchar su interior cuando no saben que les pasa
  • Aislarse cuando les hacen daño
  • Evitar hacer daño a otr@s cuando sienten un gran enfado

Este espacio se  ha convertido en un salvavidas para muchos niñ@s. Algunos son capaces de controlar sus impulsos gracias a su refugio, otros han aprendido a escuchar a sus amig@s o expresar su enfado al contar con este lugar de encuentro. Todos están de acuerdo en que el rincón de la calma es incluso mejor que "la asamblea" pero creen que la clave que lo hace verdaderamente especial son los materiales que tienen en él.


Todos los materiales que están en el refugio se usan. Todos somos diferentes y necesitamos materiales diferentes para expresarnos en estos momentos. Me ha sorprendido especialmente la demanda de muñecos y marionetas para expresar sus enfados y las mantas y sábanas para taparse la cabeza cuando quieren desaparecer. Otros materiales que hemos incluído después de nuestar reflexión conjunta: 
  • Mandalas para pintar
  • Periódicos para romper o dibujar el enfado
  • Cuenco y una bola metálica para hacer rodar en su interior
  • Pelotas antiestrés
  • Mp3 con cascos y música relajante
  • Globos para hinchar
Crear un espacio de calma en el aula de primaria ha sido todo un descubrimiento!! no sólo les ha ayudado a regular sus impulsos y valorar la calma y el silencio sino que les ha impulsado a crear sus propios rincones de calma en sus casas!! De esta forma compartimos estas herramientas con las familias y todos juntos aprendemos a conocernos mejor.

 ¿Y tú, tienes rincones de calma en tu casa o en tu escuela? 

viernes, 10 de noviembre de 2017

DISFRUTAR DEL SILENCIO


La evolución de nuestra sociedad ha convertido el silencio en un “bien muy preciado”, en un tesoro que encontrar y en muchos casos, en la medicina natural para nuestro estrés. La tecnología es muy ruidosa y aunque no lo creamos, somos seres sensibles a los ruidos y sufrimos las consecuencias de una exposición continua a un ambiente lleno de sonidos ensordecedores.

Y esta realidad, ¿Cómo nos afecta?

Un estudio llevado a cabo por científicos alemanes ha demostrado que el silencio es necesario para llevar a cabo determinados procesos mentales como la regeneración neuronal. Sabemos que el descanso y el silencio permiten a nuestro cerebro asimilar la información de todas las experiencias que vivimos. ¡Necesitamos calma para poder organizar e integrar lo nuevo!

Practicar silencio durante pequeños momentos al día es determinante para nuestra salud mental y emocional y para gozar de una buena calidad de vida.

“….El ruido no solo ensordece, sino que también acalla las preguntas que surgen del asombro ante la observación de la realidad. Para aprender, no sólo hace falta revivir informaciones, sino que es necesario consolidarlas, interiorizarlas. Y para ello, es preciso tener espacios de silencio….” 

Catherine L´Ecuyer

Las prácticas de mindfulness y atención plena nos ayudan a aprender a disfrutar del silencio como un maestro capaz de enseñar grandes aprendizajes. El silencio tiene la capacidad de sacar a la luz emociones y pensamientos que normalmente acallamos con la agitación y el ruido del día a día. Si enseñamos a los niñ@s la sabiduría que esconde el silencio, les facilitaremos un camino para vivir despiertos y conscientes a aquello que esté en su interior.



Juego 1: El juego del silencio

Este juego, que tiene su origen en la filosofía de María Montessori, tiene como objetivo desarrollar en los niñ@s la concentración, la capacidad de relajarse y ofrecerles una herramienta para conectar consigo mismos y con todos los pequeños detalles que nos rodean cada día. Con esta simple actividad, poco a poco los niñ@s adquieren la rutina de mantenerse en quietud, respetando el silencio y valorando el clima de calma y tranquilidad.

Para llevar a cabo este juego sólo necesitas entre 1-5 minutos y se puede practicar con niñ@s a partir de los 2 años de edad. Para ello, si somos un grupo, nos sentamos todos juntos formando un círculo y les preguntamos si son capaces de estar en silencio como las montañas o las flores. Para comenzar, les pedimos que cierren los ojos, el juego consiste en mantenerse en silencio durante unos segundos/minutos.

Para desarrollar este juego es necesario tener a mano un medidor de tiempo (reloj de arena o de agua es muy apropiado) para que los niños puedan observar el paso del tiempo y así ser capaces de mantenerse en silencio el tiempo acordado. También se puede encender una vela para indicar el comienzo y pedirle a un niño que la apague cuando finalice el tiempo. Una alternativa que también les gusta es marcar el comienzo y el final de la actividad con el sonido de un instrumento (cuenco tibetano, triángulo, campana, crótalos…) 




Juego 2: Te veo

¡Este juego es realmente emocionante! Lo puedes poner en práctica para que los niñ@s aprendan poco a poco a observar en silencio y desarrollen la concentración al mantener la mirada fija en un punto. Pero además de estos grandes beneficios, también conseguirán mejorar la empatía y los vínculos afectivos creando un clima lleno de magia e intimidad. Este juego se puede realizar en sesiones de 1 minuto e ir aumentar la duración si se considera oportuno. Se puede practicar desde los 3 años y para ello sólo tenemos que sentarnos por parejas uno frente al otro. Durante un tiempo tenemos que mirarnos a los ojos sin perder el contacto. ¡¡Ese será nuestro foco de atención!!





Juego 3: El refugio

Crear ambientes de calma es clave para aprender a valorar el silencio. El refugio es un lugar especial que se puede crear en la escuela o en casa. Un lugar en el que el niñ@ pueda “estar” y sentirse. Lo podéis crear con telas, almohadas, cojines, cajas, una tienda de campaña… pero recuerda que lo importante no será “lo bonito que quede” sino que en su creación, el niñ@ haya formado parte. En este espacio se puede encontrar los siguientes materiales: Cojines, mantas, muñecos para abrazar, títeres para crear conversaciones y compartir pensamientos, mandalas con pinturas, cuentos especiales relacionados con las emociones, la Botella de la calma, una planta, instrumentos, linternas… Lo importante es que aprendan a respetar ese espacio de calma y sólo lo visiten cuando realmente lo necesiten:

  • Cuando se sienten enfadados y necesitan tranquilizarse
  • Cuando quieren relajarse y observar cómo se sienten por dentro
  • Cuando les apetece descansar
  • Cuando sienten necesidad de estar solos
  • Cuando quieren dar o recibir amor: Abrazos, masajes, lectura de cuentos...
  • Cuando les apetece meditar y respirar conscientemente
  • Cuando necesitan solucionar un conflicto con un amigo


Juego 4: La lluvia de la calma

Para crear la lluvia de la calma necesitas un frasco con agua y algunas gotitas de aceites esenciales. Usa la lluvia de la calma cuando te apetezca disfrutar de un momento de tranquilidad y armonía. Podrás comprobar cómo el agradable olor de las esencias favorecerá esa concentración y el niñ@ podrá disfrutar durante unos segundos del silencio. La lluvia de la calma no debe usarse como pócima para calmar un enfado o un nerviosismo (a no ser que el niño lo pida) Preferiblemente elige esos momentos en los que el descanso es lo más apetecible para todos. 



Usar juegos que permiten disfrutar del silencio es aportar a los niñ@s herramientas útiles para aprender a mejorar sus estados de introspección y de conocimiento interior. El niñ@, de forma natural, experimenta la realidad en momentos de inspiración y espiración.

¡Obsérvale y acompáñale en silencio!

viernes, 3 de noviembre de 2017

LA CAJA MISTERIOSA



Cada experiencia es única y existen infinidad de causas y condiciones que dan lugar a este momento. Si te paras a reflexionar sobre la extraordinaria red de casualidades que se han dado para que tú estés respirando, te darás cuenta de que tratar de controlar y tener la respuesta a todo, no sólo imposible sino también es agotador y frustrante. 

Al margen de si tú o yo estamos aquí como resultado de un plan divino, un golpe de suerte o algo intermedio, nuestro planeta junto todo lo que existe en él constituye un todo misterioso, interdependiente y en constante cambio. 

"A veces admitir que no tenemos la respuesta puede resultar provechoso de por sí" 

Dalai Lama


Las niñ@s pequeños no están preparados para comprender la complejidad de causas y consecuencias que se dan lugar a cada momento. Para poder sentirse segur@s ante todas estas incertidumbres tienen que saber que no necesitan saber la respuesta a cada pregunta.

Esta bien decir "No lo sé" esto ayudará a desatar su curiosidad y creatividad natural.

La caja misteriosa

Esta actividad puede llevarse a cabo con niños de 4-10 años, con ella observamos cómo nos sentimos con la incertidumbre cuando nos preguntan y no sabemos la respuesta


Paso a paso: 

  1. Crea una caja misteriosa e introduce dentro de ella objetos de la vida cotidiana: lápices, globos, flores, jueguetes...
  2. Presenta la caja y pregúntales ¿Qué pensáis que hay dentro de la caja? y escucha sus respuestas
  3. Plantéales ahora otra pregunta: ¿Cómo te sientes al no saber que hay dentro de la caja? te sientes nervios@, frustrad@, ansios@, preocupad@... Escucha sus respuestas
  4. Coge la caja, agítala sin abrirla ¿Alguien tiene alguna otra idea sobre lo que  hay en su interior? Escucha a los niñ@s
  5. Ahora vamos a abrirla, pero antes... ¿Cómo te sientes al no saber lo que va a pasar a continuación? ¿Te gusta probar cosas nuevas o prefieres no hacerlo? 
  6. Enseñamos los objetos de la caja y preguntamos ¿Cómo te sientes al esperar una cosa y encontrar otra? Triste, decepcionad@, desmotivad@, indiferente, aliviad@...
  7. Reflexiona, ¿En qué otras situaciones te has sentido así? (Por ejemplo, antes de abrir un regalo, cuando tienes que esperar para hacer algo...)

Alternativa: Una opción que puede incrementar la motivación en el grupo y las sensaciones y emociones experimentadas puede ser realizar una caja misteriosa entre todos. De esta forma, cada niñ@ de forma secreta aporta un objeto a la caja y todos tratamos de adivinar los objetos que pueda contener en su interior.  

Dinámica del libro "Juegos mindfulness" de Susan Kaiser

viernes, 27 de octubre de 2017

MINDFULNESS CON MANDALAS


Mandala es una palabra sánscrita que significa "círculo" aunque también puede ser entendida como "lo que contiene la esencia" ya que los mandalas son mucho más que unos dibujos realizados en papel, tela o arena. A través de círculos concéntricos, el mandala representa el mundo interior o exterior de una persona. Si pintamos, dibujamos o construimos un mandala podemos conseguir relajación mental además de la posibilidad de expresarnos y reflejar nuestro mundo interior.

Mandala de la civilización precolombiana
Los mandalas ya se encontraban presentes en las antiguas civilizaciones. Intuitivamente sabían calmar su mente con la ayuda de imágenes circulares. Entre las técnicas de psicoterapia, la meditación con mandalas se utiliza como un ejercicio de relajación metódico. El psicólogo Carl Gustav Jung estudió el efecto curativo de las imágenes circulares en el alma, confirmando que pintar mandalas ofrece tranquilidad y sosiego.


La utilización de los mandalas se remonta al principio de la vida del ser humano sobre la Tierra. Se inspiraron en los ejemplos de la naturaleza. Encontramos mandalas a cada paso. Cada uno de nosotros los ve diariamente. Los podemos ver en los círculos concéntricos que imprime una gota, en un círculo formado por los pétalos de las flores, en una telaraña, en la imagen del sol... Nuestro planeta es un mandala.


Fuente bibliográfica: El libro de los mandalas del mundo. Shia Green


Creación de mandalas con elementos naturales

La utilización de mandalas en el aula es una herramienta muy útil para favorecer la calma y la concentración. Te recomiendo que cuentes con dibujos de mandalas para que ellos puedan colorear libremente cuando sientan la necesidad o en algún taller dedicado a trabajar la introspección. No te olvides de hacerlo también tú!! Aquí podrás descargarte multitud de plantillas 

Crear mandalas requiere de una mayor planificación pero los beneficios son todavía más profundos y enriquecedores. Poder construir mandalas con elementos naturales es una práctica de atención plena en la que los alumnos se conectan de forma natural con el momento presente. Puedes llevarlo a cabo con niños de infantil y primaria (4-12 años) en pequeños grupos o formando un gran mandala todos juntos.

Las instrucciones son muy sencillas, simplemente necesitan:
  • Realizar la práctica en silencio (con niños pequeños, en bajito) y con atención, dándose cuenta de cada uno de los objetos que manipulan y cómo y dónde lo colocan .
  • Colocar los materiales formando círculos concéntricos desde el centro
  • Cuando un círculo se cierra, suena una campana y todos realizamos una respiración consciente

Si realizas un mandala con un gran grupo de niños, divídelos en grupos de 6-8 y que cada grupo construya un círculo mientras el resto observa con atención. Intenta que todos los grupos realicen 1 o 2 círculos concéntricos. Tú puedes ser la guía que coordine estos intercambios con una simple mirada atenta.






Paso a paso:

Paso 1: Recolección de materiales

Cuando creamos un mandala, los materiales que utilizamos son importantes, tienen que tener un significado para el niñ@. Deben representar aquello que queremos simbolizar con el mandala. Una práctica muy interesante es que ellos mismos sean los que recolecten los materiales. Si, por ejemplo, vais a usar materiales de la naturaleza podéis realizar una excursión a un monte o un parque cercano; y allí, podéis recolectar mirando con detalle cada uno de los elementos que elegís coger.


Paso 2: Organizar los espacios y materiales

Antes de comenzar con la construcción del mandala, es necesario organizar todos los materiales de forma que todos los niños sepan dónde cogerlos. Podeís organizarlos por grupos, en pequeñas cajas que estén cerca de la zona donde construiréis el mandala. La organización previa es clave para que la actividad se pueda desarrollar en silencio y calma.


Paso 3: Iniciar el ritual con silencio

Para que todos los niños comprendan el significado de construir el mandala es necesario reflexionar brevemente sobre cuales son los motivos o la razón por la que lo realizamos (una ofrenda a la naturaleza, para celebrar una fiesta, para dar comienzo a una estación...) Podeis sentaros todos juntos formando un círculo alrededor del centro del mandala. En ese momento puedes verbalizar el motivo del ritual o hacerles preguntas para decidirlo entre todos. Después nos llevamos las manos al corazón y durante unos minutos (1-5 min dependiendo de la edad) repetimos mentalmente el motivo de la práctica.


Paso 4: Crear el mandala

LLega el momento de crear el mandala todos juntos. El sonido de la campana dará comienzo al ritual. Si es necesario, recuérdales las instrucciones antes de comenzar y permite que todo fluya, con sus aciertos y errores. Tú simplemente estate presente, obsérvales, acompáñales, toca su hombro si olvidan una instrucción y oriéntales si les ves perdidos. Si repites esta actividad varias veces podrás comprobar como evoluciona y en cada ocasión, se vuelve una práctica más y más profunda.


 Paso 5: Agradecer y soltar

Cuando consideres que el mandala está terminado, haz sonar tres toques de campana e invita con la mirada a que todos se sienten alrededor formando un círculo. De nuevo, nos llevamos las manos al corazón y damos las gracias por el momento presente. Si nuestro mandala tiene un significado especial, lo rememoramos. Somos conscientes de que todo cambia y todo está en continuo movimiento. Aceptamos que el mandala va a desaparecer, se acabará destruyendo como todo aquello que cobra vida. Respiramos y soltamos el apego y la necesidad de pertenencia.



¡Disfruta construyendo mandalas para cada estación, mandalas con alimentos, con semillas...!