viernes, 24 de marzo de 2017

HEARTFULNESS, CORAZÓN ATENTO


Cuando practicamos mindfulness tratamos de desarrollar un proceso de observación interior (sin juicios) que nos ayuda a conocer lo que sentimos a nivel interno. Por tanto, mindfulness es una poderosa herramienta de autoconocimiento que beneficia a uno mismo y a todas las personas que nos rodean. 

A través de este proceso de exploración y descubrimiento, nos hacemos responsables de nuestros actos y pensamientos. Somos capaces de entender que nuestras acciones provienen de un impulso capaz de observarse y controlarse. Al practicar mindfulness te haces consciente del gran poder de elección que tienes cuando observas con detenimiento. Comienzas, poco a poco,  a reaccionar de forma más libre e intencionada y descubres que en el amor, hay mucho más espacio y conocimiento.


En la práctica de la atención plena, entrenamos la mente para mantener la atención en un foco. Por tanto, es cierto que aprendemos técnicas de entrenamiento mental para fortalecer el cerebro entrenándolo como si fuera un músculo. Pero creer que mindfulness es simplemente eso; un entrenamiento para conseguir mejores resultados en el rendimiento de nuestro cerebro, es una manera muy limitada de comprender esta práctica.  


Cuando practicamos mindfulness mejoramos nuestra capacidad de sentir, nuestra observación interior y la intuición para captar las necesidades de los otros. Con el silencio mental desarrollamos cualidades de introspección que desarrollan nuestra sensibilidad y nos ayudan a tener mejores relaciones humanas y sentirnos más estables emocinalmente.

Sí, practicar mindfulness te ayuda a sentirte más calmado y evitar el estrés pero sobre todo, te ayuda a conectar, a ser, a sentir... con todo tu espacio infinito.


Hemos hablado de diferentes prácticas donde la atención se podía llevar a la respiración, a las sensaciones del cuerpo, a los sonidos de nuestro interior o exterior... Todas estas herramientas son como anclas para nuestro barco a la deriva (mente-pensamientos)

Cuando llevamos nuestra atención a un ancla nos sentimos seguros y no nos dejamos arrastrar por la corriente (de pensamientos)


El corazón es otra de nuestras anclas favoritas. La práctica de mindfulness llevando la atención al corazón es muy sencilla y fácil de realizar con los niños. Se trata de tomar contacto con tu capacidad para amar y mantener la atención en esa energía suave, agradable y luminosa que te arropa con dulcura.


Práctica: Heartfulness, Corazón atento

Paso a paso: 

  1. Cuerpo atento: Coloca tu cuerpo atento (relajado pero alerta) con los ojos cerrados o ligeramente abiertos, en cualquiera de estas posiciones: de pie, sentado o tumbado. Si tienes espacio, la postura original para esta práctica es tumbado pero también lo pueden practicar sentados en los pupitres.
  2. Sonrisa: Después de unos instantes respirando y calmando su interior, enséñales "El poder de la sonrisa". Invítandoles a dibujar una suave sonrisa en su cara y notar los efectos que se producen en su cuerpo.
  3. El latido: Después de unos segundos, pídeles que lleven una mano al corazón y que sientan su latido o la repiración fluyendo en su interior. "Ahí reside todo su amor!"
  4. Persona amada: Ahora pídeles que imaginen a una persona o ser vivo querido que hayan visto esta semana. Explícales que esta persona está feliz, llena de vida y les sonríe.
  5. Amor a uno mismo: Pídeles que imaginen como su amor llega a su cuerpo. Su amor es luminoso y cálido como el sol. Les llena de luz desde la cabeza hasta los pies. (Puedes recorrer todas las partes del cuerpo para que se las imaginen llenas de luz brillante)
  6. Repite mentalmente: invítales a repetir mentalmente frases de amor y bondad mientras mantienen su atención. Yo uso estas pero tú puedes decir y proponer las que más te gusten. Incluso puedes inventar unas con ellos!!
 Que yo esté bien bien, 
que yo esté feliz,
 que esté libre de la rabia o la tristeza, 
que no tenga miedo.
...


La práctica de amor-bondad consiste en enviar pensamientos afectuosos hacia nosotros mismos y los demás con la intención de entrenar el cerebro para que lo haga de una forma rápida y fácil. ¡¡Cuánto más a menudo pensamos y realizamos una acción, más redes neuronales creamos para que vuelva a repetirse!!

 Tradicionalmente se dirige primero a uno mismo, después a alguien que nos resulte indiferente, después a personas con las experimentemos alguna dificultad y finalmente, al mundo entero.

3 comentarios:

  1. otra práctica más para aprender, gracias por compartir tus conocimientos con los demás

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  2. Mama Dani. Smarzo 25, 2017

    Cuantas cosas estamos aprendiendo madre mía!!!! Me encanta!!! Gracias Profe...

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  3. Familia Martín D.marzo 27, 2017

    Que niños tan afortunados de poder conocer estas valiosas herramientas para la vida y nosotros también a través del blog. Gracias

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