sábado, 14 de diciembre de 2019

RINCONES DE RESPIRACIÓN



La respiración es un herramienta muy valiosa para calmarnos pero también puede ayudar a concentranos ante una tarea o a activarnos si necesitamos más energía! Respiramos todo el tiempo. Desde el momento que nacemos, respiramos; pero la mayoría de las personas no saben respirar adecuadamente. Retenemos aire y no vaciamos del todo cuando espiramos. Realizamos respiraciones cortas y rápidas y nos ahogamos al hablar. Exhalamos inadecuadamente cuando hablamos y nuestra voz, tono o volumen es inadecuado por ello.

Fragmento del libro RESPIRA  de Inés Castel-Branco


Enseñar a respirar puede ayudar a que un niño sienta menos estrés ante un examen, a que se concentre y su rendimiento mejore o a que sea capaz de relajarse y dormir por las noches.

Conocer y dominar la respiración es darles a los niños el poder y la responsabilidad de su bienestar. 

Cuando lo incorporan en sus vidas, sienten que pueden decidir como actuar ante determinadas situaciones difíciles, cómo controlarse, cómo mejorar en alguna tarea. La respiración empodera a la persona. Le permite sanarse y cuidarse.

La respiración tiene un efecto tonificante y ayuda a que todo el cuerpo encuentre la postura adecuada y natural. Una simple respiración profunda de pie con los ojos cerrados estimula el equilibrio, despierta el mundo interior, la confianza y la calma.

Recuerda que cuando inspiras, ACTIVAS y cuando espiras, CALMAS.

Te recomiendo que antes de introducir estos RINCONES DE RESPIRACIÓN y dejar que los niños los realicen de forma autónoma, presentes cada uno de ellos como se merece. Con la importancia que cada una de estas respiraciones tiene. Quizás puedes usar una CAJA DE LA RESPIRACIÓN. El factor sorpresa ayudará como elemento motivador. Guarda en su interior algún objeto que represente cada una de las respiraciones y durante unas semanas, enseñales como practicar cada una de ellas. Esta simple actividad puede llevarte 5-10 minutos cada día. Deja una imagen-recordatorio en el aula o en casa para que el niño pueda recordar y realizar él solo la respiración si así lo desea.


LA PELOTA: Esta respiración es útil para relajarse. Te concentras en la inspiración y la exhalación mientras acompañas el movimiento abriendo y cerrando la pelota. Inspiras y abres, llenas tu estómago de aire y tu barriga se hincha. Expiras y cierras, vacías tu cuerpo de aire y tu barriga se deshincha. Realiza este ejercicio sentado. La pelota pasa de mano en mano y todos acompañamos con nuestras manos, la respiración del compañero que respira con la pelota. 



EL MOLINO. Usa esta respiración para entrenar tu exhalación larga y prolongada. Cuando sueltas el aire despacio consigues un efecto calmante natural. Normalmente respiramos con espiraciones cortas, dejando aire residual en nuestro interior. Usa molinos de viento para hacerles conscientes de su espiración lenta y larga. 



EL ESCALADOR. La respiración del escalador nos ayuda a concentrarnos. Para realizarla usa tu mano estirada y con el dedo índice de la otra mano sube suavemente rozando la silueta de la mano desde el borde del dedo gordo. Inhala y sube por el dedo, exhala y baja hasta la unión con el dedo índice. Sube e inhala por el borde del dedo índice, exhala y baja por el dedo índice hacia el dedo corazón.Todos juntos!



LA SOPA. Esta respiración realizada de forma consciente es una herramienta muy útil para liberar un enfado o calmar estrés o ansiedad. Es importante visualizar mientras se realiza la respiración. Se trata de hacer una inhalación profunda mientras imaginamos cómo huele nuestra sopa preferida, seguida de una exhalación profunda mientras soplamos despacio para que se enfríe y podamos probarla. Podemos usar variantes como imaginar que es un chocolate caliente, o que olemos una flor y soplamos una vela (despacio para que no se apague). Antes de empezar podemos animarles a imaginar con los ojos cerrados aquello que van a oler o también podemos preparar con mímica la sopa añadiendo de uno en uno los ingredientes. 



EL ÁRBOL QUE CRECE. Esta respiración les ayuda a realizar de forma natural una respiración completa. Con el paso de los años, atrofiamos nuestra respiración realizándola de forma superficial. Recuperar esta respiración amplia nos ayuda a volver a conectar con el cuerpo, nos llena de energía vital, de prana y nos aporta una sensación de fortaleza interior. Con los pies bien apoyados en el suelo, separados ligeramente y las rodillas algo flexionadas; inhalamos contamos mentalmente 1 y subimos los brazos a lo largo del cuerpo. Paramos y exhalamos. Inhalamos de nuevo, contamos 2 y subimos los brazos hasta la altura de los hombros en perperdicular con ellos. Paramos y exhalamos. Inhalamos, contamos 3 y subimos los brazos por encima de la cabeza. Paramos y exhalamos mientras bajamos los brazos hasta relajarlos al lado del cuerpo. Puedes hacer esta respiración con los ojos abiertos o cerrados. Siente la fortaleza y la presencia de un árbol mientras la realizas.



LOS SÍMBOLOS. Esta respiración puede ser útil para concentrarte o relajarte. Usa símbolos para guiar tu respiración en la inhalación y la exhalación. Mantén la concentración en el dibujo y si te pierdes, no pasa nada. Vuelta a empezar!!


Cuando todos conozcan estas u otras respiraciones, crea una sesión con LOS RINCONES DE LA RESPIRACIÓN. Que un sonido bonito marque el comienzo y el final de cada rincón. Que sea breve, no más de 3 o 5 respiraciones en cada rincón. Si terminan pueden observar a los compañeros con curiosidad y respeto. Lo más importante es no interrumplir el clima de CALMA Y CONCENTRACIÓN. Pueden realizar estos rincones desde niños de 4 a 12 años. Varía la intención con la que se realiza cada respiración haciendo que cuanto mayor sea el niño, más comprensión tenga de cada respiración.


Respira!

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