lunes, 1 de julio de 2019

10 Ideas para practicar mindfulness con un bebé



La llegada de un bebé cambia toda tu relación con el mundo. Parece que el tiempo y espacio tal y como lo conocías, ya no fueran lo mismo. La práctica de mindfulness en este momento intensifica la experiencia haciéndola más vívida, más consciente. Sin automatismos. Esto puede ser muy útil para no dejarse caer en "los quehaceres" que con el tiempo, todos reconocemos como imprescindibles. Pero además, mindfulness también te ayuda a no perder detalle de la maravillosa experiencia de un ser desplegándose para conocer el mundo.

Hace año y medio, un bebé llegó a mi vida y durante todo este tiempo he reflexionado mucho sobre cómo mantener mi práctica de forma regular y solucionar las dificultades que iban apareciendo. Cada experiencia es única, cada bebé es un ser diferente y cada contexto se presenta diverso para cada familia. Lo sé! pero me gustaría compartir estas ideas porque mis circusntancias no han sido fáciles. Mi bebé aún necesita cuidados médicos y mucho seguimiento, además no tengo ayuda familiar, ni tribu que me acompañe emocionalmente ni pueda cuidar de mi bebé en alguna ocasión.

Así que estas 10 ideas que te voy a contar son posibles aún con dificultades pero nadie nos ha dicho que explorar un sueño fuera fácil.

  1. ¿Qué lugar ocupa la meditación en tu vida? Sí, en una lista de prioridades, ¿qué lugar ocupa mindfulness? Es probable que esta lista debas revisarla continuamente porque las necesidades de un bebé cambian en poco tiempo y con ello, también cambian las tuyas. Quizás los primeros meses, tu número 1 será descansar y cuidar tu energía vital pero con los meses, vuelvas a trabajar, y esa obligación ocupe mucho de tu tiempo pasando a ser una de las primeras en tu lista. Hacer esta lista es importante para tratar de no "empezar a hacer" automáticamente y ser capaz de parar y sentarte en tu cojín. Por ejemplo, imagina que en tu lista hay prioridades como atender a todas las necesidades de tu bebé, descansar un tiempo mínimo al día o llevar una dieta rica y sana ... totalmente normal, pero puede que cuando todo esto esté cubierto, aparezcan en tu cabeza otras tareas domésticas pendientes y priorices poner una lavadora a sentarte un ratito en el cojín. Si es prioritario, hazlo!! pero que sea una decisión consciente. ¿Me entiendes? Haz tu lista, ponla en un lugar visible y revísala de vez en cuando.
  2. En cualquier sitio. Puede que estés acostumbrada a meditar en tu espacio y allí sea muy agradable para ti. Esta nueva situación quizás te obligue a adaptarte y tener que aprovechar cualquier oportunidad: 
    • Llegas a casa y se ha quedado dormido en el coche? Medita
    • Sales a dar un paseo y unos amigos atienden a tu bebé? Pídeles 5 min y medita
    • Tu bebé solo duerme si te siente en la habitación? Pon el cojín cerca y cuando se duerma, medita.
  3. Pausas conscientes con tu bebé. La inercia de la mente es hacer y cuando cuidas de un bebé, no son sólo los cuidados sino toda una nueva planificación que reorganizar en tu cabeza. Es fácil perder la conexión con el cuerpo y enredarse en la mente que tanto tiene pendiente. Para evitarlo, para conscientemente!
    Si hace falta usa una aplicación que haga sonar una campana cada 10-15 min y simplemente haz una respiración consciente. Ponte una alarma si es más fácil y allí donde estés, por mucho que tengas que hacer...Para! lleva la mano al corazón y respira o repite, estoy aquí y ahora. (o cualquier otra frase que resuene y te haga volver al momento presente) Sé realista y programa estas paradas para hacerlas siempre. Puedes elegir que tu campana suene cada 10 min o cada hora, pero para!! Además puedes ir añadiendo diferentes señales que te hagan volver al presente como "Para y Respira, cada vez que veas un pájaro". Esto lo hará divertido y será más fácil mantener el hábito.
  4. Reto! para que tu práctica formal de sentarte y parar no se pierda en el olvido... ponte pequeños retos cada semana y valora tus éxitos. Habrá momentos que puedas parar 20 minutos cada día, quizás porque alguna persona de confianza cuida a tu bebé y entiende que tu práctica es importante para ti y para todos; o quizás ha empezado a dormir mejor por las noches y puedes sentarte antes de dormir o un rato antes de que despierte. En cambio, habrá otros momentos que será más complicado encontrar el momento y quizás el reto sean 5 min (incluso menos) antes de ducharte, de recogerlo en algún sitio o al despertarte por la mañana. Adapta tu reto para sentir que puedes conseguir mantener tu práctica VIVA.
  5. Conecta con tu corazón. Si todavía no ha llegado bebé y estas a la espera...me gustaría decirte algo: este proceso no es fácil. Nadie me habló de ello cuando me estaba preparando para su llegada. Recibí mucha información para cuidarla y atenderla pero nadie me dijo que conviviría con mi vulnerabilidad, con mis miedos y que conocería otros, que lloraría de tanto quererla o que sentiría agotamiento de tanto sentir... Es una experiencia intensa pero no te preocupes, tu cuerpo emocional acaba adaptándose al cambio. Pero al principio, todo es tan " a flor de piel" que el único refugio está dentro de ti. Para no perder el entusiasmo en tu práctica sabiendo lo valioso que es compartir tu presencia con tu bebé, lleva las manos al corazón alguna vez al día y repite alguna frase de bondad amorosa hacia ti. Cuidate! Quiérete! Es lo mejor que puedes hacer por tu bebé.
  6. Rituales bebe-mamá.
    Hacer pequeñas pausas es muy beneficioso para tu sistema nervioso. El estrés y la inercia de "hacer" alteran nuestro equilibrio neuronal y esto afecta a nuestro bebé dado que en estos momentos todavía sois uno, hace muy poco erais un único cuerpo en sinergia. Parar y hacer pequeñas pausas ayudará a que tu bebé conecte con un sistema seguro y equilibrado. Puedes buscar un pequeño espacio en casa y crear un lugar especial para vosotros. Allí puede haber campanas, imágenes bellas, luces, objetos curiosos... Puede ser un espacio en el que los dos estéis un rato sin hacer nada y crear rituales como: 1. Tocar la campana y respirar. 2. Dar besos y abrazos a muñecos o a fotografías de personas o seres vivos. 3. Repetir frases positivas " Soy fuerte y valiente" "Deseo que todos los seres vivos estén bien" "Me siento feliz y contenta" "Papá me quiere, mamá me quiere"                                  
  7. Portea y camina consciente: Son muchos los expertos que aseguran que el porteo es beneficioso para el desarrollo del bebé. Además de ayudar a adquirir habilidades motrices mejoras el vículo de apego y das seguridad a tu bebé.
    Es verdad que portear está muy condicionado con el peso de tu bebé. Si ha nacido grande y crece muy rápido, pronto será un gran esfuerzo para tu cuerpo pero mientras puedas, no lo dudes!! es una experiencia maravillosa! Si te acostumbras a portear llegará un momento que el peso de tu bebé y la postura se habrán integrado en tu cuerpo como si de nuevo fueráis uno solo. Puedes aprovechar para hacer pequeñas caminatas conscientes por la naturaleza o simplemente dar algunos pasos en tu casa intentando sentir cada uno de ellos, cada lugar del cuerpo que está en tensión, cada parte de tu cuerpo que está en contacto con tu bebé. 
  8. Desaprende y renueva tu curiosidad. Si hay una nueva oportunidad en la vida para conectar con la niña que fuiste es cuando acompañas a un bebé.
    Ese descubrir el mundo es fascinante! Su curiosidad puede convertirse en nuestro maestro. Verás, que si mejoras esta cualidad, tu práctica de mindfulness también será distinta. Más abierta, más espaciosa, más profunda, más auténtica... Simplemente dedica un tiempo al día (aunque sean unos minutos) a sentarte junto a tu bebé y observar cómo toca, cómo observa, cómo se mueve y si te apetece, imítale! Mira la pelota como el objeto maravilloso que és! túmbate en el suelo y cambia la perspectiva, observa el techo, haz móbiles y flipa!! Gatea, siiii, gatea! repite los movimientos que te llevaron un día a ponerte de pie... 
  9. Práctica escáner corporal. Esta práctica de mindfulness consiste en llevar nuestra atención a las sensaciones corporales que podemos encontrar en diferentes partes del cuerpo. Sensaciones de peso, de temperatura, de contacto con la ropa, hormigueo... Puedes hacer un recorido de pies a cabeza deteniéndote en diferentes partes y dirigiendo ahí tu atención. Esta práctica puede llevarte pocos minutos o una hora entera y puedes realizarlo, de pie mientras esperas en una cola en tu vida diaria, sentada o también tumbada cómodamente en una cama o en el suelo. Volver al cuerpo te va a ayudar a ir soltando tensiones acumuladas por el estrés emocinal y vital pero también va a despertar en ti una sensibilidad especial para ser capaz de estar conectada con tu bebé y con los otros. Esta práctica es un regalo!!
  10. Expresa tu emociones. Si practicas mindfulness en un monento tan sensible como este, es probable que convivas con muchas emociones. Ponerles nombre puede ayudarte mucho. Expresarlas en alto, simplemente decirlo "estoy abrumada" "me siento cansada" "estoy preocupada" conectar el hemisferio derecho (encargado de sentir emociones) con el hemisferio izquierdo (más racional y encargado de funciones como el lenguaje) nos ayuda a integrar ambos hemisferios y por lo tanto a convivir mejor con todas nuestras experiencias vitales tal y como nos explica Daniel Siegel y Tina Payne en "El Cerebro del niño" 

Todas y cada una de estas ideas surgen de una experiencia real y única. Puede que al leerlas te hayan ayudado o quizás no y tus circusntancias sean otras. Si es así, quizás esta lectura te impulse a buscar tus 10 ideas, la fórmula que a ti te funciona y que puede ayudarte a vivir con plena consciencia.

¿Compartes conmigo tus ideas para vivir una maternidad consciente?

Alguien que me inspira 
Miriam Tirado
https://www.miriamtirado.com/