En su libro "Tranquilos y atentos como una rana" Eline Snel hace continuas comparaciones entre las ranas y el estado de relajación y atención que conseguimos cuando practicamos MINDFULNESS.
Esta es una muy buena forma de ayudarles a conseguir este estado natural del cuerpo porque al principio cuando les pedimos a los niños quietud, normalmente aparece la tensión; y cuando les pedimos relajación, esta viene acompañada de ensimismamiento y falta de concentración.
Entonces, ¿Cómo les enseñamos a practicar con EL CUERPO ATENTO? ¿Cómo integramos un cuerpo que esté relajado y sin tensiones y a la vez pueda concentrarse y atender a los sonidos o la respiración?
Conseguir comprender y asimilar este concepto lleva su tiempo, es un proceso; por ello no debes pensar que no ha salido bien si los niños no estaban quietos mientras proponías una dinámica o sentías que no eran capaces de relajar su musculatura. Es normal!!
Necesitan adaptarse a una nueva forma de percibir y sentir el mundo que les rodea.
Cuando empieces a practicar con un grupo nuevo, debes tener en cuenta este proceso de adaptación. Incluir propuestas donde poco a poco disfrutemos juntos de la calma y de la quietud necesarias para poder explorar en profundidad el momento presente.
En este POST, te conté IDEAS PARA CONSEGUIR CALMA EN TU AULA.
En este POST, te conté IDEAS PARA CONSEGUIR CALMA EN TU AULA.
IDEAS PARA CONSEGUIR QUIETUD
¿Cómo conseguimos que los niños estén quietos para la práctica?
Para empezar a explorar la quietud te recomiendo que hagas dinámicas tumbados en el suelo. Es la postura corporal más apropiada para conseguir calmar y aquietar el sistema nervioso.
Prepara una sesión que comience con MOVIMIENTO, ayúdales a tomar contacto con su cuerpo, a soltar a través del juego, del baile, de la libertad.
Termina la sesión con el cuerpo totalmente en contacto con la tierra. Tumbados con la espalda bien apoyada, con las piernas y los brazos separados ligeramente y las manos con la palma hacia arriba. Realiza todos los ajustes necesarios con suavidad, tocando con delicadeza, incluso pidiendo permiso al oído del niño si sientes que hay mucha tensión corporal. Separa los hombros de la cabeza, alinea bien la espalda, baja los hombros, apoya las manos totalmente en el suelo. Baja la pelvis, separa piernas y deja que los pies caigan hacia los lados. Si crees que es necesario, deja tu mano en el centro del pecho para regular su sistema nervioso y ayúdale a través de tu respiración suave y profunda.
Este estado natural del cuerpo es realmente agradable para grandes y pequeños cuando lo hemos integrado con normalidad. Verás que después de algunas sesiones de comprensión y comodidad, serán capaces de mantener la quietud y la calma sin dificultad.
Para facilitar este proceso, las ranas serán la compañía perfecta.
En este enlace te dejo la web que comercializa estas ranas pequeñas antiestrés, (pack de 25 uds, cuidado que el precio no incluye impuestos!!) pero quizás tú puedas encontrar otras tiendas online con mejores precios o que se ajusten a otras necesidades. Las virtudes de estas ranas son que tienen un tamaño perfecto para un niño (8 cm) y suficiente peso como para que puedas sentirla encima de tu cuerpo.
Presenta a las ranas con delicadeza. Cuéntales a los niños que son seres curiosos, que se asustan con facilidad y que necesitan un ambiente tranquilo para sentirse bien. Todos los niños habrán visto alguna vez a una rana quieta en un charca. Todos pueden reconocerla como un modelo de quietud y calma. Pídeles respeto, que mantengan una distancia de seguridad durante un tiempo. Al igual que ellos sienten verguenza e incomodidad cuando lleguen a espacios con personas desconocidas y necesitan un tiempo y una distancia para confiar y sentirse seguros; las ranas también.
Ser capaces de identificarse con ellas, hará que respeten profundamente sus necesidades porque están comprendiendo y aprendiendo a respetar las suyas.
Cuando llegue el momento de practicar la quietud. Pídeles que se tumben en el suelo. Si forman un círculo entre todos, que sus cabezas estén en el centro y los pies hacia fuera del círculo. Crea un ambiente de calma.
Pon sonidos de ranas croando
Musica relajante
Ayúdales a colocar una buena postura de savasana (la postura del cadaver)
Y cuando haya quietud, coloca las ranas encima de su cuerpo.
- Puede ser en su tripa, entonces llevan su atención al movimiento de su barriga con la respiración imaginando que acunan a la rana con un suave vaivén.
- Puede ser en el pecho, mientras invitas a tomar consciencia de un deseo de corazón o de un anhelo
- Puede ser en cualquier parte del cuerpo (mano, pierna...) para tomar consciencia de la sensación corporal de peso sobre su cuerpo...
Mantén este estado de quietud pocos minutos, 2-5 min en grupos numerosos de niños menores de 8 años y hasta 10 minutos si son mayores.
Esta práctica de iniciación a la quietud creará bases sólidas para seguir cultivando la calma y la consciencia.