Los juegos de respiración son la forma más efectiva para iniciar a los niños en pranayama (ejercicios de respiración utilizados en el yoga para regular la energía vital). Son divertidos y mientras toman conciencia de la respiración en su cuerpo, observan y exploran su mundo interior. Te recomiendo usar una gran variedad de ejercicios para aprender a reconocer los diferentes tipos de respiración que se producen en tu cuerpo. Aquí puedes acceder a todas las técnicas de respiración que te he mencionado en este blog.
¿Conoces los 3 tipos de respiración?
En función de donde se produce la respiración, podemos realizar una respiración abdominal, costal, clavicular o completa; cuando eres capaz de usar todas ellas conjuntamente.
Es importante que expliques a los niños estos tipos de respiración. Para hacer una observación de todas ellas podéis tumbaros, sentaros en una silla o estar de pie. Tumbados en el suelo es la posición en la que será más fácil sentir la respiración ya que el resto de los músculos se relajarán favoreciendo la respiración natural. Pero si no dispones de un espacio amplio y cálido para tumbaros, utiliza cualquiera de las otras posiciones. Lo importante es practicar!!
Anima a los niños a cerrar los ojos. Evitar las distracciones visuales ayudará a concentrarse en los movimientos que se producen en tu cuerpo. Invítales a relajar la vista y ofréceles la posibilidad de dejar los ojos entrecerrados (dejando que entre un poco de luz) para aquellos que se sientan incómodos en la oscuridad total.
Respiración abdominal. Indícales que coloquen sus manos en el abdomen, allí encontrarán la respiración abdominal. Podrán notar como sus manos se separan con la inhalación (mientras el abdomen se levanta) y se juntan con la exhalación. Es la respiración más importante ya que aporta el 70% de tu capacidad respiratoria permitiendo una gran oxigenación.
Respiración costal. Después de unos segundos, colocar las manos debajo del pecho en la zona costal. Respirar durante unos segundos en esa zona sintiendo como se expande con la inhalación y se contrae con la exhalación. Esta respiración aporta el 20% de tu capacidad respiratoria.
Respiración clavicular. Para terminar, subir las manos encima del pecho, cerca de la zona clavicular. Esta respiración es muy sútil, sólo aporta el 5% de nuestra capacidad respiratoria. Relájate con los ojos cerrados y lleva tu atención mentalmente a la respiración. Podrás sentir como esa zona sube y baja con tu inhalación y exhalación.
Respiración completa. Conocer estos tres tipos de respiración es clave para aprender a realizar la respiración completa o yóguica que engloba a las tres. Para realizar esta respiración, inspiramos llenando la zona abdominal, luego la costal y por último la clavicular tratando que se produzca en un único movimiento, como si fuera una ola del mar. Luego expulsamos el aire en el orden contrario, comenzamos por la zona clavicular, parte costal y por último, abdominal. Realizar adecuadamente esta respiración requiere de mucho entrenamiento pero una vez conocidos los tres tipos de respiración, podemos animar a los niños a practicarla. Se pueden ayudar de las manos, elevándolas por encima de la cabeza en la inhalación y cruzándolas por delante del pecho en la exhalación.
Práctica: Guerrero, sanador y sabio
Una forma maravillosa de animar a los niños a tomar conciencia de los tres tipos de respiración que se producen en su cuerpo, es la práctica del Guerrero, el sanador y el sabio de Paloma Sainz Vara de Rey del libro Mindfulness para niños.
Paso a paso:
- Comienza imaginando que dentro de tu cuerpo tienes un guerrero, un sanador y un sabio. Están ahí, dentro de tí, para ayudarte siempre que los necesites y sólo tienes que llamarlos con tu respiración.
- Guerrero. Si necesitas confianza en ti mismo, fuerza interior y la creencia de que tú puedes! Llama a tu guerrero. Se encuentra en tu abdomen y si respiras en esta zona aparecerá para ofrecerte la serenidad y fortaleza que te hacen falta.
- Sanador. Si necesitas estar tranquilo, curar tus heridas o estar con alguien que te entienda y te acompañe, llama a tu sanador!! Se encuentra en el centro de tu pecho y si respiras en esa zona te sentiras más tranquilo y cuidado.
- Sabio. Si necesitas concentración para una prueba, la intuición para tomar una decisión acertada o la atención precisa para activar todos tus sentidos; llama a tu sabio interior. Respirando con la zona alta de tu pecho sentirás todas sus cualidades.
Esta práctica maravillosa ayuda a los niños a explorar su cuerpo en busca de su respiración. Les ayuda a tomar conciencia de las diferencias entre cada una y les motiva para usarla en diferentes situaciones de su vida cotidiana. Recuerda animarles a buscar su guerrero, su sanador y su sabio interior en los momentos del día en los que creas que respirar pueda ayudarles. Decirles que respiren (sin más) es demasiado abstracto y alejado de sus necesidades emocionales pero animarles a llamar a su sanador o a su sabio, es como mínimo, mucho más inspirador!!
"Inspiro y tranquilizo mi ser,
espiro y sonrío"
Budismo Zen