Dibuja una espiral gigante en la arena. Luego recórrela lentamente con tus pies de fuera a dentro.
Cierra los ojos y escucha sonidos en la naturaleza.
Tápate con una tela y siente que estás en un refugio
Cuenta las veces que dices “gracias” en un día. Intenta superar este reto cualquier otro día.
Ayuda a alguien que lo necesite y no conozcas de nada.
Grábate en vídeo contando cómo te imaginas dentro de 20 años.
Aprende una canción nueva e inventa una coreografía.
Baila moviendo telas.
Túmbate y mira cómo se mueven las nubes.
Escribe un poema y recítalo en alto a tu familia.
Saca fotografías de cosas pequeñas que llaman tu atención.
Di “no me siento bien” cuando alguien te haga daño.
Compra un libro nuevo y leelo.
Dibuja sonrisas de personas.
Abre tu bolsa especial cuando quieras estar contigo mism@.
Inventa la receta de un batido. Hazlo y pruébalo!
Escribe una carta a un amig@ y envíasela por correos.
Haz un dibujo con la mano que no usas normalmente para escribir y dibujar.
Recoge a un animal y obsérva cómo es, cómo se mueve y come durante unos días. Luego devuélvelo a su hábitat natural. Puedes dibujar y escribir tus conclusiones.
Usa crema solar.
Estos retos creativos también son para ti!
Mamá, papá, profe. Anímate!!
Y si quieres seguir aprendiendo... Comparto contigo mis propuestas para este verano!!
Este año, más que nunca, me apetecía preparar un regalo especial a los niños y niñas. Siento que ninguno de nosotros olvidaremos este curso tan diferente. No conocíamos los retos que nos tenía preparado el destino y apesar de ello, cojimos la capa y la espada; y nos fuimos al campo de batalla dispuestos a pelear contra cualquier obstáculo. Al final, fuimos soltando las armaduras y nos dimos cuenta de lo importante que es no tener miedo a lo desconocido; ser pacientes y confiados y reconocer que a nuestro alrededor, suceden más oportunidades que peligros.
Este curso tampoco ha sido fácil para mí. He sentido rabia, frustración, tristeza, desmotivación, confusión, incomodidad.. y todo ello sucedía mientras no podía hacer nada por cambiar las circunstancias. He aprendido a identificar mis emociones en el cuerpo, viendo como aparecían y se desplegaban sin poder hacer nada por evitarlas. Tuve que aceptarlas, abrazarlas.. simplemente permitiéndome estar con ellas. Como dice un maestro "dejando que te atraviesen".
Y en esa espera, en esa apertura, descubrí que podía convivir con lo incómodo y a la vez sentirme fuerte como una montaña.
Hay miles de recursos y prácticas divertidas y útiles que puedes enseñar a los niños y niñas para que conozcan mindfulness pero nada será más valioso para ellos que convivir y observar a un adulto que gestiona momentos desagradables con consciencia y apertura.
Cuando me siento triste, mi cuerpo se queda vacío. A veces siento que me mueve el viento y me sostiene simplemente el esqueleto sin ayuda de los músculos como si fuera una funanbulista haciendo equilibros sobre una cuerda. A veces he tenido muchas ganas de hacer propuestas con los niños pero he reconocido mi falta de energía, mis circunstancias y he comprendido que podía "no hacer".
Me cuidé y reorganicé toda mi energía para asegurar lo más básico e importante: seguir sintiendo a cada niño y niña, ser paciente para resolver sus necesidades y asegurarme de que están bien.
Al parar y dejar de hacer; surgió la magia del adulto que se cuida: una sensación muy agradable de fortaleza y gratitud.
En este curso de altos y bajos, he viajado entre cuidado y silencios y energía renovada, movimiento, baile, risas, atención... En cada bajada, me paraba y observaba. Cuando subía; una gran sensación de gratitud era devuelta con momentos de diversión y prácticas profundas guiadas desde el corazón; con instantes de comprensión profunda. ¡Se podía respirar un clima tan respetuoso! ¡No creo que haya compartido momentos así con muchos adultos!
Termina un curso que no voy a olvidar porque he aprendido mucho. Camino con más fuerza. Siento una gran admiración por cada uno de los niños y niñas que me acompañan en el camino. ¡Quizás los adultos deberían reflexionar más sobre el potencial que tiene la infancia para enseñarnos!
UN REGALO ESPECIAL
Para terminar esta etapa, pensé en regalarles una bolsa con objetos que tuvieran una misión clave: ayudarles a conectar con su sabiduría e intuición. Reflexioné sobre que objetos podían ser puentes para esta misión y ayudarles a recordar lo que ya habían vivido durante este tiempo conmigo. Recordé algunas prácticas clave, donde el silencio era tan cómodo que cuando terminaba la dinámica, todos quedaban inmóviles en su sitio como pidiendo un poco más...
Como resultado de esta exploración surge esta colección de objetos para poder practicar mindfulness.
Es importante que todos estos objetos sean entragdos al niño/a cuando estemos seguros que saben el poder que tienen y pensamos que podrían usarlos solos. También es recomendable crear una atmósfera muy especial para su entrega. Una fiesta o ritual de entrega donde se les capacita para poder cuidarse siempre que lo sientan.
La bolsa conexión tiene:
Hoja explicativa detallando como usar cada uno de los objetos (para poder recordarlo aunque pasen tiempo sin usarla)
Mensaje especial personalizado donde escribas unas palabras amorosas sobre las cualidades del niño/a
RANA: La ranita me ayuda a mantener mi cuerpo quieto y atento. Cuando la coloco encima de mí, me tengo que quedar quiet@ para que no se asuste y pueda descansar. Puedo ponerla encima de la barriga y acunarla con el vaivén de mi respiración. También puedo ponerla en cualquier otra parte del cuerpo (frente, manos, pecho, piernas…) y sentir su peso y su compañía.
PALOS: Coger los palos con las yemas de mis dedos me ayuda a estar más concentrad@ y atent@. Intenta sujetarlo haciendo la presión justa para que no se caiga pero tampoco se mueva. Pon atención en la sensación táctil de tus dedos sujetando el palo por los extremos. Siente cómo puedes estar muy quiet@. Cuando lo tengas dominado, ¡prueba a hacerlo con los ojos cerrados!
VELA: Mirar la luz de la vela encendida no sólo me ayuda a desarrollar mi atención sostenida sino que es una invitación a navegar por mi mundo interior. Su luz puede desvelar mis emociones y estados internos. También puede revelarme el camino a seguir o cuales son mis sueños. ¡Desarrollar la introspección será tu gran súperpoder!
PIEDRA: En tu piedra está escrito un mensaje de fuerza y poder que te ayudará a sentirte segur@ y capaz de vencer cualquier obstáculo. Puedes tocarla con los ojos abiertos o cerrados y sentir el tacto de la piedra. Puedes repetir en el silencio de tu mente, tu palabra o frase poderosa. Puedes tumbarte y colocarla entre tus ojos y sentir su peso, su calidez… mientras dejas tu cuerpo quieto durante unos minutos. Realmente, ¡con sólo tocar esta piedra, ya te sentirás mejor! ¡Es una piedra mágica!
SAQUITOS DE OLOR: Respirar olores agradables, actúa en tu cuerpo de forma inconsciente. Son anclajes mentales que ayudan a recuperar la calma y el equilibrio. Coloca este saquito dentro de un cajón, en un armario o en cualquier lugar de tu habitación. Los olores a mandarina, naranja, limón y lima despiertan sonrisas y felicidad.
Deseo de corazón que estos regalos ayuden a despertar consciencia
Parar y conectarse al cuerpo; no sólo es sencillo y muy curativo, sino que en estos tiempos, es muy necesario. Debemos acostumbrar a nuestros niños a parar y escuchar el cuerpo, a darse cuenta de las señales que le muestra, a reconocer su sabiduría y estar presente con él.
Es en el cuerpo dónde sucede todo. En el cuerpo sentimos, experimentamos, pensamos, sufrimos y nos curamos. El cuerpo es nuestro vehículo a lo largo de la vida. Es más capaz e inteligente de lo que muchas veces nos pensamos. Se adapta y se modifica constantemente con el paso del tiempo, con cada cambio de estación.
El cuerpo es nuestro libro sagrado al que acudir cuando estamos perdidos. Él esconde nuestros secretos más ocultos y posee la respuesta a cualquier decisión. Cuando nos damos cuenta que algo en nosotros nos dice que no tomemos ese camino o que nos replanteemos cómo hemos actuado ante algo o alguien, podemos escuchar el cuerpo. En sus formas más sutiles nos avisa de emociones casi imperceptibles pero que están ahí, queriendo ser vistas.
Abrir la consciencia al cuerpo es un aprendizaje más valioso de lo que muchas veces podemos imaginar cuando lo experimentamos por primera vez.
Puede ser a través de la atención de tu cuerpo respirando, a las sensaciones del tacto en tus manos, a la consciencia de tu temperatura corporal o tu peso, a la exploración abierta de tus sentidos escuchando más que nunca o mirando con total atención aquello que siempre ha estado ahí. Pero una vez que exploras esta capacidad por primera vez, siempre podrás volver a ella. Ya conoces el camino para estar más atento, más consciente.
Si estás pensando en acompañar a niños y niñas por este viaje o ya lo estás haciendo; es posible que te identifiques con alguna de estas circunstancias o tips para guiarles.
1. Parar poco a poco
La realidad es, que por las circunstancias que vivimos, nos hemos adaptado a una vida más sedentaria. Mucho tiempo en casa, menos socialización y juego libre... Esta carencia tan importante en la infancia se puede observar con facilidad cuando tratamos de que los niños estén totalmente quietos y atentos.Vemos como para muchos niños es realmente dificil, y esto hace que explorar el cuerpo con atención sea un gran reto.
Una propuesta que puede ayudarte es comenzar todas tus sesiones con movimiento. Puede ser en posición de pie o sentados formando un círculo. Dedica unos 5 minutos a generar un movimiento abierto y libre en el cuerpo que promueva liberar tensiones y soltar. Algunas ideas pueden ser:
Moverte en péndulo de un lado para otro
Moverte de punta de los pies a talón
Permitir el movimiento libre de toda la columna vertebral, brazos, manos y cabeza con movimientos redondeados
Inspirar subiendo las manos y expirar bajando las manos (movimiento coordinado)
Tensar el cuerpo y soltar junto a una gran expiración (dejar que suene por la boca "Aahh")
Buscar estiramientos en el cuerpo que liberen dolor: Brazos arriba, hacia los lados, plegarse con las manos en el suelo, girar la espalda...
Permite que estos movimientos se realicen libremente. Si notas que algun niño/a casi no se mueve, comprende que esa es su necesidad. (Invítales a que no estén parados del todo y realicen un movimiento muy pequeño en péndulo si no les apetece moverse) Intenta que no te imiten sino que busquen su movimiento auténtico. Invítales a cerrar los ojos y explorar los movimientos de esta forma.
Guíales a lo largo de esta fase con preguntas que les ayuden a darse cuenta sobre cómo sienten su cuerpo. "Mientras te mueves, ¿puedes darte cuenta de cómo sientes tu cuerpo en este momento? ¿Está cansado, energético? ¿ Sientes dolor, pesadez o agilidad, ligereza?
Para practicar movimiento consciente te puede ayudar usar música que acompañe el proceso y que temporalice este estado de movimiento. Los niños pueden saber que cuando la música deje de sonar poco a poco van dejando que el cuerpo vaya reposando suavemente en la quietud. Termina con las manos en el corazón y aprovecha esta apertura del cuerpo para enviar deseos amables hacia uno mismo "Deseo estar feliz" "Deseo tener un día divertido y aprender muchas cosas nuevas" "Deseo no enfadarme y poder estar tranquila"
2. La resistencia a cerrar los ojos
En estos tiempos es normal sentir miedo. Quizás no es una emoción que hayas experimentado con frecuencia antes. Quizás eres de esas personas confiadas y con fortaleza que suelen animarse a realizar nuevos proyectos y les gusta explorar lo desconocido; pero en estos tiempos te sientes distinta, cómo más prudente, más cerrada en ti misma y con menos ganas de cambios. Si es así, te aseguro que es normal. Piensa cuanta información y mensajes nos han llegado a todos, alertándonos de peligros, tratando de protegernos...¿Es normal sentirnos más precavidos, no crees?
Los niños y niñas también han madurado su sistema nervioso a lo largo de estos meses para estar en modo de emergencia. Se han activado ante el peligro y lo demuestran con su inagotable curiosidad y sus constantes preguntas ante cualquier cambio.
Cuando les pidas que cierren los ojos, comprende que les pides que abracen todo aquello que esté en su interior. Sé cariñosa, sé prudente y no fuerces ningún proceso.
Puedes probar con invitaciones..." Ahora, deja que tus ojos se cierren suavemente para poder sentir tu cuerpo respirando" " El mundo de las imágenes es muy atractivo y no te deja atender a tu interior, si no te apetece cerrar los ojos, quizás quieras probar a mirar un punto fijo en el suelo."
3. Cuando siento mi cuerpo, no siempre estoy bien
Hay una idea equivocada sobre la práctica de la atención plena en la que se cree que cuando cierras los ojos y paras, siempre te vas a sentir genial, súper relajada y con una gran armonía. La realidad es que cuando pones tu atención en el cuerpo muchas veces hay calma pero en ocasiones, es posible que sientas incomodidad y molestias. Pueden ser físicas: dolor de espalda, de rodillas o pies o quizás emocionales: inquietud, nerviosismo, aburrimiento...
Por ello es tan importante que enseñes mindfulness siempre y cuando, tú practiques mindfulness.
Así sabrás acompañar estos estados difíciles. Podrás darles el apoyo que necesitan ¡porque tú lo has vivido! Y si logras ayudar, aunque sólo sea durante unos pocos segundos, a que un niño o niña, pueda estar con lo incómodo, le habrás regalado uno de los aprendizajes más valiosos de su vida.
4. Nos unimos a través de lazos invisibles
Estas distancias, tan poco naturales, deben romperse a través de lazos invisibles. Cuando te sientes con tus alumnos/as en un círculo para compartir una práctica de atención y silencio háblales de la importancia de que respeten al grupo, de lo valioso que es poder mirarnos a los ojos, de que respetar es valorar a cada uno de nosotros. Enséñales el poder de compatir en silencio. Invítales a sentir a sus compañeros con los ojos cerrados, a darse cuenta de que no están solos; que todos respiramos juntos.
5. Yo también estoy sufriendo
No se si a ti te pasa, pero yo me he dado cuenta de lo mucho que afecta a mis prácticas con los niños en el aula, mis estados emocionales. Cuando yo no estoy atenta, me siento inquieta o triste; parece como si todo el grupo estuviera menos concentrado. Hay menos quietud y silencio.
A veces, es mi radar para reconocer que estoy sufriendo. Es como darme cuenta, que como guía, soy el sistema nervioso al que se conectan y si mis palabras no suenan amorosas y mi cuerpo está cerrado; el mensaje no se entiende, falta claridad y no hay anclaje.
Trátate con cariño y amabilidad siempre pero cuando estés sufriendo; pon más intención en cumplir este propósito.
En estos tiempos, compartir consciencia, es un regalo.
Este año volvemos con una formación que celebra su 6º edición con nueva imagen, nuevo nombre pero la misma mirada de siempre. A través de estos años, creando una formación a medida para personas interesadas en compartir y acompañar a los niños a través de la conciencia plena, hemos ido visualizando con mayor claridad una propuesta que fuera realmente transformadora.
Cocotips trata de ofrecer un viaje al corazón de la infancia para comprender a los niños y niñas y aprender a observarlos con una mirada curiosa, amorosa y que respeta a cada uno de ellos, pero sin olvidarse de que este despertar se produce a través de la conexión con nuestra propia infancia. Con todo aquello que vivimos y forma parte de nuestra memoria emocional y que ha colaborado para desarrollar nuestras ideas, patrones, reacciones, en definitiva, el contenido de nuestra mente.
Comprendernos, valorarnos, cuidarnos, respetarnos es clave para ser adultos capaces de acompañar a los niñ@s.
Debido a todos los cambios que ha ocasionado el Covid-19, este año la formación será ONLINE y ofrecerá multitud de espacios de reflexión para poder compartir y aprender colaborativamente. Lejos de rendirnos por no poder ofrecer una formación presencial como hasta ahora, hemos aprovechado esta situación fuera de nuestro control para re-inventarnos y crear nuevas formas de aprendizaje y propuestas adaptadas para este contexto. Durante la formación del curso anterior, ya hemos podido experimentar los beneficios que conlleva a pesar de esta nueva modalidad.
Te comparto los testimonios de personas que realizaron el curso para conozcas su sentir.
Formato online EN VIVO a través de la plataforma Zoom.
Fechas: 20 y 21 de marzo, 17 y 18 de abril, 22 y 23 de mayo y 19 y 20 de junio.
Horario: sábado y domingo de 9:30 a 14h.
Una plataforma con gran cantidad de materiales valiosos.
Tres llamadas en directo de Facebook.
Grupo de Facebook privado.
Cuota: 690€* (con descuentos explicados en la web)
Incluye todos los contenidos de la plataforma en forma de vídeos,
audios y recursos así como cuadernillos en pdf con las dinámicas y
contenidos de cada una de las sesiones online vía Zoom, para que al
finalizar el curso tengas un manual completo con todo lo visto, además
de las notas personales que tu vayas tomando.
Enfoque de la formación
Durante
esta formación iremos recorriendo de manera experiencial el método que
nos permitirá guiar al niño para que experimente y comprenda lo que es
mindfulness y disfrute de sus beneficios. Cada participante de
involucrará de manera personal en cada una de las prácticas que
abordemos, tanto durante los fines de semana de formación como entre
módulos, dando una continuidad a todo el tiempo que dure la formación,
para aprovechar más el trabajo de grupo y el feedback al trabajo
personal de los participantes.
A quién va dirigido
Profesores/as,
terapeutas, padres y madres o cualquier persona que tenga una sintonía
con los niños y quiera acompañarlos a vivir con plena consciencia.
A
nivel personal, como proceso de práctica y profundización en la
consciencia plena a través del juego, la creatividad y la reflexión
sobre la infancia.