Si has comenzado tus clases de mindfulness con las niñ@s, seguro que ya les has hablado de la postura correcta. Es importante reflexionar con ell@s sobre este aspecto y dedicarle un tiempo en las primeras sesiones para que comprendan que la postura corporal va a ser un aliado perfecto para que su mente se concentre.
Tanto en las postura de pie, como sentados en una silla o en el suelo con las piernas cruzadas, la espalda es la parte del cuerpo que tiene mayor protagonismo. Seguro que conoces muchos rasgos para perfeccionar la postura: la colocación de las manos, el mentón ligeramente flexionado... pero cuando les hablas a las niñ@s sobre esto es mucho mejor que simplifiques y les propongas retos posibles; sino se desanimarán y puede que no hagan caso a ninguna de las instrucciones.
La clave en la postura está en ser capaz de mantener un buen alineamiento entre cadera, espalda y cabeza intentando buscar un equilibrio entre una postura firme y consciente y a la vez relajada y sin tensiones.
Si vas a practicar con las niñ@s sentados en el suelo con las piernas cruzadas, me parece muy recomendable que cuenten con un cojín para poder elevar la cadera. Nuestro cuerpo, de manera orgánica, rota la cadera produciendo una curvatura en la espalda cuando las rodillas están más altas que la línea de la cadera. Puedes probarlo tú! Siéntate en el suelo y cruza las piernas.
Es probable, a no ser que seas muy elástic@, que tus rodillas no toquen el suelo superando, de esta forma, a la cadera que se apoya de forma natural en el suelo con el coxis. Seguro que puedes notar como tu espalda y tu cadera corrigen esta postura realizando esta curvatura natural. Esto se puede solucionar simplemente dando altura a la cadera con un cojín para permitir que esté a la misma altura que las rodillas. Pruébalo! Siéntate sobre un cojín!
Es probable, a no ser que seas muy elástic@, que tus rodillas no toquen el suelo superando, de esta forma, a la cadera que se apoya de forma natural en el suelo con el coxis. Seguro que puedes notar como tu espalda y tu cadera corrigen esta postura realizando esta curvatura natural. Esto se puede solucionar simplemente dando altura a la cadera con un cojín para permitir que esté a la misma altura que las rodillas. Pruébalo! Siéntate sobre un cojín!
Para enseñar a los niños a mantener la espalda recta puedes usar varios recursos. Una opción muy divertida es usar la canción de Yoga-Music "El saludo Inicial" que puedes conseguir aquí. Con los niñ@s más pequeños de entre 4 y 8 años es un recurso fantástico.
Otra opción es el audio-meditación "La ranita" que puedes encontrar en el libro "Tranquilos y atentos como una rana" de Eline Snel. Para niñ@s muy pequeños el audio puede ser un poco largo. Úsalo con niñ@s entre 5-8 años. También puedes adaptarlo, aprendértelo y contárselo tú, ¡esta es siempre la mejor opción!
Práctica: La Cremallera
Otro recurso que me gusta mucho es "La cremallera" una práctica inspirada en el libro "Juegos mindfulness" de Susan Kaiser. Es una técnica maravillosa para practicar con niñ@s de 5 a 8 años.
Objetivo: Ayudar a los niñ@s a mantener una espalda erguida para la práctica de mindfulness
Paso a paso
- Vamos a imaginarnos que en nuestro cuerpo tenemos una cremallera que sube y baja desde el ombligo hasta la barbilla y nos ayuda a mantenernos quietos y estirados. ¡Puedes subirla y bajarla siempre que quieras!
- Sin tocar nuestro cuerpo, vamos a colocar las manos delante del ombligo. ¡Prepárate! en cuanto subamos la cremallera nuestra espalda quedará recta y estirada.
- Ahora, mientras inspiramos, subimos la cremallera elevando las manos a lo largo del cuerpo desde el ombligo hasta superar la cabeza y terminar con los brazos estirados y las manos en el aire.
- Para terminar, espiramos mientras movemos las manos en el aire haciendo una ovación silenciosa y las bajamos suavemente colocándolas encima de las piernas o de la mesa.
- Vamos a realizar unas respiraciones silenciosas con el cuerpo estirado.
¡Cuida tu espalda, cuida tu cuerpo!