Según la experta Eline Snell, los niños tienen por naturaleza una mente curiosa e inquisitiva, ellos quieren saber. Están más fácilmente en contacto con este momento. Son buenos en prestar atención, pero a menudo están demasiado ocupados, igual que los adultos. Los niños de hoy en día están fatigados, se distraen con facilidad, están inquietos. Se vuelven mayores antes de que hayan podido ser realmente niños. Ya sea en el plano social o el emocional, en la familia o en la escuela: están ocupados en miles de cosas.
El "Botón de encendido" funciona, pero ¿Dónde está el Botón de Pausa? Con la práctica de la atención al momento presente los niños aprenden a parar por un instante para tomar aliento y sentir lo que necesitan. A través de la atención amable aprenden a no tener que esconder nada comprendiendo su mundo interior y el de los otros. Si en la infancia desarrollan cualidades como la atención, la paciencia, confianza y aceptación se convertirán en adultos responsables, generosos y felices.
Surfeando las olas
Y entonces, ¿Cómo activamos el botón de pausa? No puedes influir en el comportamiento del mar. No puedes detener las olas, pero sí puedes aprender a surfearlas. Esta idea es el comienzo de la practica de la atención. Parar un momento y observar las olas de tu interior sin intentar calmarlas, ni modificarlas.
Antes de comenzar a realizar prácticas de atención, te recomiendo que comiences con la difícil tarea de "no hacer nada". Introduce en la rutina del aula o en tu casa varios momentos de pausa. No tienen porqué durar más de unos minutos pero ese pequeño espacio de tiempo es clave para no precipitarse inmediatamente cuando tenemos que tomar una decisión importante. Entrena esta habilidad mental!!
La finalidad de la práctica
En el momento de la práctica explícales la verdadera finalidad de la pausa. No es simplemente una relajación para calmarse. Es un momento para uno mismo, para conectar con las emociones de ese instante, para escuchar los sonidos más pequeños del cuerpo y recargarnos de vitalidad y bienestar.
El botón de pausa puede realizarse en cualquier lugar, sentado en una silla o apoyando el cuerpo sobre la mesa. Simplemente, desconecta la mente y escucha tu interior.
Paso a paso
Yo utilizo el sonido del cuenco tibetano para introducir la pequeña sesión. Con el primer gong, los niños se sientan y comienzan a relajar el cuerpo. Anímales suavemente a que paren y "no hagan nada". Explícales que la mente siempre quiere "hacer" y que nuestro reto es entrenarla a "no hacer". Oriéntales con tu voz a desconectar. Guíales hacia las sensaciones que les proporcionan los sentidos. Invítales a ser montañas inmóviles con una respiración sútil.
Después de unos minutos, todos los alumnos estarán disfrutando del "no hacer" y será el momento perfecto para finalizar la pequeña sesión con un sonido vibrante (cuenco, armonizador, crótalos...) Nuestra consigna es escuchar el sonido hasta que desaparezca. Después el niño puede estirarse y realizar un bostezo energético que lo devuelva a la actividad.
Alternativas para la diversidad
Estas actividades deben ser voluntarias. Puede animarse a los niños a probar la experiencia pero no es conveniente obligarles a realizarlas; debemos respetar que no todos los niños están preparados para explorar su mundo interior. Ante un alumno que no quiere siempre debemos ofrecerles una alternativa. Como esta actividad dura pocos minutos pueden esperar sentados y pensar libremente sin seguir tu guía o seguir realizando la tarea si tienen especial dificultad para mantenerse en quietud. Simplemente estar en el mismo espacio donde se realiza el botón de pausa ya es suficiente para sentir sus beneficios. Es probable que en el algún momento se animen a probar!!
Recuerda AQUÍ otro post anterior sobre EL BOTÓN DE PAUSA